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Mostrando las entradas de enero 27, 2019

El Asesino Fantasma

                                                               El Asesino Fantasma El error. Ese imperceptible acto involuntario, que termina devastando estructuras prolijamente elaboradas. Un pequeño desliz que no logramos percibir y que se cobra en oro, aquello que creíamos perfecto desde su fundamento. Esta es la historia de Luis. Un hombre con una enfermedad, que él mismo agazapaba entre sus sombras, para parecer una persona normal. Él adormecía aquel monstruo en su interior, que aunque sabía de su existencia, jamás le permitió ver la luz. Un día, Luis se dirigía a pagar unos impuestos al banco y tomó por una calle muy poco transitada. De pronto, una camioneta gris se detiene bruscamente frente a él y cuatro personas lo someten al interior del vehículo, aplicándole una sustancia que lo deja absolutamente dormido. Cuando Luis despierta, se encuentra atado de pies y manos, en un piso helado y húmedo dentro de una habitación absolutamente sellada. Amordazado y con su rostro en e

El Mago

                                                                           El Mago. El gran teatro Colón es un emblemático teatro de ópera de la ciudad de Buenos Aires. Por su tamaño, acústica y trayectoria está considerado uno de los cinco mejores del mundo. Esa noche, el gran mago inglés Rogger, hacía su despedida de la ciudad con un espectáculo que dejó impresionados a todos. El edificio estaba completo. Las entradas agotadas para lo que sería una función inolvidable. Cerrando ya lo que era su quinta salida a escena, Rogger se tomó unos minutos para preparar lo que sería su despedida, con un truco que sorprendería a todos. La salida se demoró unos minutos más. El público aplaudía para que Rogger hiciera su aparición en el escenario. Pero Rogger aún no salía de su camerino. El asistente le gritó en la entrada que solo se demorara un par de minutos más. El contestó que solo dos minutos. Cuando este salió de su camerino, no lucía del todo bien. Su rostro parecía desgastado

Crisálida

                                                                                              Crisálida.  Por Luis Sadra. El solitario sendero del silencio me reclama. Un entrar y permanecer dentro de esa extraña crisálida, que se formó desde mi propio interior y que me mantiene inerte. Sin vida, como un espectador lejano de mis propios sentimientos, sigo sin poder alterar nada, en esa realidad corrupta, que me obliga al encierro. Cuando mi mundo se derrumbó en el vacío, tenía solo 8 años de edad. Mi padre, estaba golpeado por una ceguera, que lo tenía recluido en su cuarto, mientras mi madre, atormentada en sus más bajos instintos, como una vieja araña, tejía su tela en todas las demás habitaciones de la casa, esperando atrapar a ese niño ingenuo sin conciencia. Entonces la araña finamente me envolvió en su cuerda y me arrastró hasta su mundo. En ese momento, conocí el silencio que solo la vergüenza provoca. Y mientras estudiaba, sentado en el viejo sillón de la