El Apéndice del Diablo.
El Apéndice del Diablo. E l filo de una navaja oxidad en la garganta, me deja entregado. Una ventana abierta y ese descuido que produjo toda esta situación. No es extraño cuando te acostumbras a la tranquilidad y de repente, aquella inesperada presencia que me tenía en sus manos, mientras mi corazón se exaltaba ante lo que pudiera pasar. No sabía cómo decirle que no tenía dinero ni algo de valor en la casa, así que solo respondí con una interrogante: ¿Te has percatado lo que estás haciendo? Nunca salgas a robar sin antes verificar que al que robas t...