Mujer

   


                                          Mujer.



             La mujer. Ese rasgo inconfundible de belleza que solo habla con el corazón, desde lo profundo del alma. Que camina desde la luz hasta sus hijos en plena oscuridad, iluminada por ese cordón umbilical de grandeza y que sostiene una sociedad lastimada por la crueldad. Esa misma dama que nos hace temblar cuando ama y que nos sumerge en un océano de rosas con espinas de peluche para nunca lastimarnos. Yo reivindico este género humano que se hace fuerte en el viento de cambio. En la sustancia con la que fue creada y la esperanza que practica. Yo, solo soy un simple hombre, pero con millones de madres, millones de hermanas y primas. Millones de amigas y amores. El hombre que camina junto a ellas. El ser que se agiganta solo cuando una mujer está a su lado, o es producto de sus genes. Son una columna inquebrantable que marca la diferencia. La razón y la lógica no pueden sostenerse ante su presencia. Son el aire que respiro, cada vez que me siento desahuciado. Sus palabras de aliento colman mi espíritu. Se entrelazan en mis neuronas haciéndome pensar con el alma. Son mi plaza fuerte. El amor de una abuela, de una tá, de un amor inolvidable. El sexo que cambiará al mundo. Y mientras me siento en el umbral de la vida, a contemplar su pureza, quedo maravillado, expectante por su calidez y diminuto ante sus labios. Ellas son mi refugio. No tengo miedo en mi enfermedad, porque siempre aparecen, como flores en un desierto, con su manantial de agua fresca, porque así son ellas. Eternas como un cielo azulado. Poderosas en sus corazones. Calientes como el sol y tibias como la luna. Semejantes. Y con esa palabra me quedo.
          Iguales bajo el cielo que nos cubre. La mitad de mi ser. La franqueza de expresión que las pone en la cima del mundo. Guerreo junto a ellas, porque ya no habrá injusticias que la esclavicen. No habrá gobiernos que las detengan Son el nuevo amanecer y junto a ellas, yo, ese humilde hombre que sabe reconocer su grandeza, me inclino para dar mi entero ser a este humano tan generoso, la mujer. Por siempre, la mujer.



Luis Sadra.  Copyright ©

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Comentarios

  1. Un hermoso himno a este ser que representa el Amor Universal, expresado desde la veneración más profunda, más admirada. Excelentes letras, mi estimado.

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