Un Sinuoso Sendero

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Un sinuoso sendero. 



En mi mundo hay un cielo sin estrellas. Un arcoíris negro que me subyuga al capricho del silencio. Es como despertar cada mañana en una constante oscuridad. Ya perdí la esperanza de ver amaneceres en el horizonte. Sentir la suave brisa con el perfume de una mañana que nunca llega. Atrapado en un tiempo gélido que se torna inamovible en su estructura y que me obliga a transitar por sus negruras sin luna. Entonces estas tu, atrapada en mi mente, como una vigilante de mis pasos incitándome a seguir. A desafiar mi realidad para tornarla frágil, en un universo que me arrebata, en su manto de estrellas quiméricas, a las que dejé de ver cuando levanto mi mirada al universo. Y en medio de tanta soledad, solo me inclino a pensar que todo podría pasar de un extremo a otro en algún momento. Algo. Cualquier cosa que te evoque, mientras te extraño enmudecido en un dolor que no me olvida. 

¡Cómo quisiera merecerte en esa aurora aislada! 

¡Como desearía tenerte entre mis brazos, como ese lucero que me arrullaba en tantas noches eternas! 

Pero estoy atrapado en un sueño quebrado que no parece rescindir mi angustia. Nada complementa tu ausencia. Nada se compara a ti. 

Y me entrego al abismo de cada día, caminando por aquel sendero de hojas muertas. Con sus baldosas rígidas y deformes, como la vida que llevo desde que partiste. 

Aún siento el calor de tus manos en las mías. El tibio abrazo silencioso que convertía el amor en una senda por el que adoraba viajar. No había distancias que nos detuvieran. Nunca existió esa divergencia que me hiciera dudar del amor que sentía, cuando ibas a mi lado. 

Ya pasaron cuatro inviernos desde aquel día. Cuatro largos otoños que no regresarán. Y solo encuentro el consuelo, caminando solo bajo un halo de oscuridad que te trae a mi mente, en un sinuoso sendero, que prolonga ese amor inquebrantable y eterno que siento por ti. Antes, ahora, y por siempre. 



FIN

                                                                                                                © Por: Luis Sadra.

Música: Un Sinuoso Sendero.  De Luis Sadra.  ©


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